¿Cuánto debo pagar de IRPF?
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¿Cuánto debo pagar de IRPF? ¿Por qué puede variar esta cantidad cada año? ¿Cómo funciona este impuesto en concreto? ¿Es igual para todos?
Si recibes una nómina cada mes, es posible que te hayas planteado alguna vez estas preguntas. Todos los meses verás como una parte nada desdeñable de tu sueldo se descuenta bajo el concepto de IRPF. Los autónomos tampoco se escapan. En este artículo te explicamos qué es el IRPF y cuánto debes pagar por él.
El IRPF o Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, es una tributación de carácter obligatorio que pagan todas las personas físicas residentes en España o contribuyentes de sus rentas obtenidas durante un año natural.
Su finalidad principal es la contribución de todos al sostenimiento de los gastos públicos del estado y las autonomías. Te lo explicamos en detalle a continuación.
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¿Cómo funciona el IRPF?
El IRPF es un impuesto de tipo progresivo. Es decir, su gravamen será mayor cuanto mayor sea la renta de cada persona. Así que la cantidad a tributar por este concepto vendrá definida por el volumen de ingresos obtenidos en un año.
Del mismo modo, el pago se realiza a lo largo de todo el año. Si eres un trabajador por cuenta ajena, la empresa está obligada a retener mensualmente una estimación del IRPF a pagar e ingresarlo a Hacienda. En el caso de los autónomos, será el propio trabajador quien lo pague a través de las declaraciones trimestrales.
Para calcular la retención a realizar, la empresa, además del sueldo bruto, tendrá en cuenta ciertas circunstancias personales y familiares de cada persona.
Como hemos citado, la retención realizada mes tras mes es una aproximación del IRPF a pagar realmente. Mediante la declaración de la renta anual se ajustará correctamente la tributación. Así, si Hacienda recaudó de más, saldrá a devolver. Por el contrario, si la cantidad retenida no es suficiente, saldrá a pagar.
Tramos del IRPF
El IRPF aplica a los rendimientos del trabajo (sueldos y salarios), del capital inmobiliario (alquileres) y de actividades económicas (autónomos), que se clasifican como renta general. Pero también deben incluirse los rendimientos del capital mobiliario (intereses de cuentas o depósitos y dividendos), que se clasifican como renta del ahorro.
Otra característica de este impuesto es que está dividido en dos. Una parte está dirigida al estado y la otra la recibirá tu Comunidad Autónoma.
Ya hemos comentado que el IRPF es un impuesto progresivo. Por ello, deberán pagar más los que más ingresan. Para conseguir este efecto, Hacienda divide los ingresos en tramos a los que asigna un porcentaje que se va incrementando.
A continuación figuran los tramos a tener en cuenta en 2020. Para 2021 Hacienda ha incluido un nuevo tramo para rendimientos superiores a 300.000 €, incrementando hasta el 47% el tipo a aplicar.
| Base aplicable | Tipo (%) |
| 0 € – 12.450 € | 19 % |
| 12.450 € – 20.200 € | 24 % |
| 20.200 € – 35.200 € | 30 % |
| 35.200 € – 60.000 € | 37 % |
| Más de 60.000 € | 45 % |
Los tipos que figuran en la tabla son orientativos. Los habitantes de la Comunidad de Madrid, Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana, tienen un porcentaje diferente. Además, Guipúzcoa, Vizcaya, Álava y Navarra tienen un régimen foral específico.
Por otra parte, y para las rentas del ahorro, esta es la tabla con los tramos de IRPF de 2020. Para 2021 también se ha incluido un nuevo tramo a partir de los ahorros superiores a 200.000 € con un tipo del 26 %.
| Base aplicable | Tipo (%) |
| 0 € – 6.000 € | 19 % |
| 6.000 € – 50.000 € | 21 % |
| Más de 50.000 € | 23 % |
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Y qué pasa con el IRPF si eres un trabajador autónomo
Los trabajadores autónomos tienen las mismas tablas de IRPF que los trabajadores por cuenta ajena. La diferencia fundamental radica en las retenciones. Así, la mayoría de los autónomos deben aplicar un porcentaje del 15 % de retención en todas sus facturas.
Los autónomos nuevos opcionalmente pueden aplicar una retención reducida del 7% el primer año de alta y durante los dos años siguientes de actividad. Es importante valorar en cada caso si compensa, ya que al ajustar cuentas a final de año habrá que realizar un desembolso mayor.
Estar al día con los pagos a la Agencia Tributaria resulta crucial para evitar sorpresas de última hora. Aunque a priori no parece muy complejo, existen variables y casos especiales que podrían provocar que tus finanzas personales se salgan de la norma general. Si es tu caso buscar asesoramiento profesional puede ser una buena recomendación.
Acerca del autor
Graduada en ADE y Derecho por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (2019) y en posesión del MBA Pharma & Medical devices por ESAME (2021).
Desde 2016 ha formado parte de la asociación universitaria AEGEE (European Student´s Forum), donde fue miembro de la junta directiva en la sede de Madrid durante 3 años.
En el ámbito de la redacción web, comenzó como colaboradora en Mejor con Salud, desde donde evolucionó como editora SEO y redactora, trabajando también para La Mente es Maravillosa y CEUPE (Centro Europeo de Postgrado) hasta llegar al equipo de TeGestionamos en 2019.
En 2020, trabajó para el equipo de marketing de la empresa de inteligencia artificial, Savana. Actualmente, además de continuar su trayectoria con TeGestionamos, forma parte del departamento de Health Economics y Market Access en Boston Scientific.
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