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Aunque los términos deudor y acreedor forman parte de nuestro vocabulario habitual, no es extraño que en ocasiones podamos llegar a confundirlos, especialmente si los mezclamos con los términos cliente y proveedor.
No es extraño encontrarnos con situaciones en las que se han confundido los términos deudor y acreedor. En el entorno empresarial y jurídico saber diferenciarlos puede ser fundamental. En este artículo te contaremos todo lo que necesitas saber sobre ambas figuras, vinculadas por una misma relación legal.
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Definición jurídica de deudor y acreedor
Desde un punto de vista jurídico, un acreedor es la persona física o jurídica que tiene derecho a exigir el cumplimiento de una prestación económica, bienes o servicios a otra persona. El acreedor tiene el derecho a cobrar la cantidad de dinero acordada a quien se la debe.
En el caso del deudor nos referimos a la persona física o jurídica que tiene la obligación de cumplir una prestación económica. El deudor está obligado a pagar una cantidad de dinero, bienes o servicios al acreedor, incluso respondiendo a esta deuda con su propio patrimonio.
Como vemos, deudor y acreedor se encuentran vinculados en una relación laboral o comercial en la que existe una deuda contraída.
Diferencias entre deudor y cliente y acreedor y proveedor
En el mundo empresarial es habitual utilizar deudor y cliente, o acreedor y proveedor de manera indiferente. Sin embargo, se trata de términos ligeramente diferentes que es clave diferenciar, especialmente a nivel contable, ya que las cuentas donde se contabilizan también son distintas.
Un cliente es una persona física o jurídica que adquiere bienes y servicios que son objeto de la actividad principal de la empresa. Un deudor también compra estos bienes y servicios, pero en su caso no son objeto de la actividad corriente de la empresa.
Algo similar ocurre entre proveedores y acreedores. Los proveedores suministran a la empresa bienes y servicios necesarios para el desarrollo de su actividad principal. En el caso de los acreedores los bienes y servicios suministrados no irán dirigidos a la actividad principal de la empresa.
Desde el punto de vista contable, todos los actores que se relacionan con la empresa en el ejercicio de su actividad deben quedar reflejados. Y es aquí donde radica la diferencia, ya que deudores, clientes, acreedores y proveedores deben quedar asociados a cuentas contables distintas.
Así, mientras los clientes van a la cuenta 430, los deudores deben constar en la 440. De la misma forma, mientras los proveedores se sitúan en la cuenta 400, los acreedores deben ir a la 440, la misma de los proveedores.
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La figura del fiador
En ocasiones, los acreedores pueden solicitar, además de las garantías financieras de solvencia, un aval adicional que afiance la generación de la deuda mediante un fiador. Por ejemplo, es una práctica habitual en la concesión de un préstamo hipotecario.
El fiador queda obligado a cumplir con los pagos debidos por el deudor cuando este no se haga responsable. Por tanto, en caso de impago, el acreedor podría dirigirse al fiador para reclamar el pago de la deuda.
En definitiva, deudor y acreedor son dos figuras complementarias que no podrían existirla una sin la otra. Conocer sus diferencias, no solo entre ellas, también con los términos cliente y proveedor, es clave a la hora de registrar la contabilidad de la empresa.
Acerca del autor
Graduada en ADE y Derecho por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (2019) y en posesión del MBA Pharma & Medical devices por ESAME (2021).
Desde 2016 ha formado parte de la asociación universitaria AEGEE (European Student´s Forum), donde fue miembro de la junta directiva en la sede de Madrid durante 3 años.
En el ámbito de la redacción web, comenzó como colaboradora en Mejor con Salud, desde donde evolucionó como editora SEO y redactora, trabajando también para La Mente es Maravillosa y CEUPE (Centro Europeo de Postgrado) hasta llegar al equipo de TeGestionamos en 2019.
En 2020, trabajó para el equipo de marketing de la empresa de inteligencia artificial, Savana. Actualmente, además de continuar su trayectoria con TeGestionamos, forma parte del departamento de Health Economics y Market Access en Boston Scientific.